El NOKIA C2 se ha puesto al día en términos de diseño con respecto a lo que teníamos hasta ahora con su predecesor. Su cuerpo sigue estando construido íntegramente en plástico, pero nos encontramos en su parte trasera con la inclusión de un sensor de huellas para el desbloqueo del terminal y una tapa que, como curiosidad, se puede extraer para intercambiar su batería, algo que parecía haber quedado en el olvido. Otro cambio importante lo encontramos en su parte frontal, donde es cierto que se siguen manteniendo unos bordes bastante generosos, pero el diseño está mucho más en la línea de lo que podemos encontrar en un teléfono actual con un pequeño notch en formato gota de agua y un buen aprovechamiento del panel con respecto al cuerpo.