Los cambios introducidos por la industria automotriz con el objetivo de elevar el confort y mejorar la economía de uso y de mantenimiento de las unidades modernas, determinan la necesidad de una disminución de la carga de aceite en los motores y una extensión en los períodos de drenaje, factores que exigen un incremento considerable en el desempeño de los lubricantes de los motores modernos.