El queso azul presenta un cuerpo cremoso y blanco, caracterizado por unas venas azules, grises, verdes y negras, con unas manchas de moho. Dependiendo de la variedad de queso azul, su textura varía de cremosa y suave a desmenuzable y firme. Su fuerte sabor viene acompañado de toques picantes y salados. Ingrediente clave en pizzas. También es muy utilizado en la cocina, especialmente en fundidos y en diferentes tipos de ensaladas.